¿Cansado de museos serios y casas aburridas? ¡Prepárate para zambullirte en el cerebro de Antoni Gaudí! La Casa Batlló no es un edificio, es un viaje directo alucinante al fondo del mar, o quizás… ¿a las entrañas de un dragón?
Lo que vamos a «descubrir» (o imaginar):
Fachada de Cuentos de Hadas… ¿o de Terror? Olvídate de líneas rectas. Aquí todo es ondulado, brillante y misterioso. Te contaremos por qué a los balcones la gente los llama las «calaveras» y a las columnas las «huesos». ¿Serán los restos de las víctimas del dragón? ¡Tú decides! 😉
El Lomo del Dragón: Subiremos a la azotea, un campo de batalla épico. Veremos la cruz de cuatro brazos que, según la leyenda, es la espada de Sant Jordi clavada en el lomo de la bestia (ese tejado de escamas coloridas). ¡Y sí, puedes acariciar al dragón, está domesticado!
Acuario VIP: Al entrar, sentirás que te sumerges en el Mediterráneo. Las paredes, los techos, la luz… Gaudí usó colores azules, formas de olas y hasta unas rendijas que parecen ¡branquias gigantes! Te enseñaremos cómo este genio diseñó un sistema de ventilación que ya era «aire acondicionado natural» a principios del siglo XX. ¡Un adelantado a su tiempo y un eco-friendly sin saberlo!
En el vientre de la Ballena (o del Dragón): Recorreremos el desván, con sus arcos parabólicos que parecen las costillas de una criatura marina (o mitológica). Un espacio que además de precioso, era totalmente funcional: la zona de lavaderos y trasteros. Porque hasta el rincón más humilde tiene que ser una obra de arte, ¡faltaría más!
¿Por qué elegir esta visita?
Es más que historia: Te llevaremos de la mano por las anécdotas más jugosas y las teorías más locas que rodean este edificio. Gaudí no dejó planos, ¡así que la imaginación es la única guía!
Fácil de entender: Olvídate del lenguaje técnico y aburrido. Aquí hablamos de dragones, calaveras, olas y reciclaje avant la lettre (Gaudí usaba trozos de cerámica y vidrio rotos, el famoso trencadís).
Fotos de impacto: Te indicaremos los mejores rincones para capturar la magia y, de paso, te contaremos quiénes son los actuales y curiosos propietarios de esta joya (pista: ¡tienen que ver con un caramelo con palo muy famoso!).
No te olvides de…
¡Llevar agua y calzado cómodo para esta aventura!
Duración: 1.5 horas de cotilleo histórico, misterios desvelados y mucha diversión.